Sólo escuxa tu sentir, no dejes de percibir lo q te ha hecho fuerte. Como siempre toma lo necesario y continua. Que akel temblor en tu estómago al ver el escenario blanco se calme de una vez. Q tu mente se deskicie y recuerde el volátil estado de creación sensitiva. Q tu mente deje la cobardía de tanta palabra suelta sin sentido con mínimo razonamiento gustoso de una simple frase.
Tu mirada, mirada q aparenta cualkier cosa menos lo q demuestra tu cuerpo y deseo. Mirada perdida, solo por protección. Creyo en akel cuento una y otra vez. Pero eskibar un tanto la mirada kedaba bien. Por lo menos tus ojos no se keman si te obligaban a no evadir. Dignos de fortaleza escogida para akellos momentos de calida angustia. Son solo miradas q buscan a la indicada, capaz de sostener fortaleza y ternura tambien.
Si jugaste mal o solo eras tú, herida por la euforia, ten calma. Cada vez q aparece es tan cierta. La certeza apresura el sigiloso juego ciego rondando tu espalda, tu tacto vulnerable, tu poca cercania. La realidad tan voluble te acecha, te sonroja de estupidez exquisita. Autoflagela tus sentidos q como tales piden salir raudos de ti.
El sentido escapa a cordura y tu estomago vuelve a temblar. El equilibrio se va al carajo por momentos y tu mente explota triturando el pensamiento. Sin rumbo, sin sentido. Solo keda el akto. Y el desgaste de akella sonrisa, q con letal sensacion oculta un dolor infinito.
Tomo mis pastillas, inmaduraz, solo verde, q llenan el dolor.
Tu mirada, mirada q aparenta cualkier cosa menos lo q demuestra tu cuerpo y deseo. Mirada perdida, solo por protección. Creyo en akel cuento una y otra vez. Pero eskibar un tanto la mirada kedaba bien. Por lo menos tus ojos no se keman si te obligaban a no evadir. Dignos de fortaleza escogida para akellos momentos de calida angustia. Son solo miradas q buscan a la indicada, capaz de sostener fortaleza y ternura tambien.
Si jugaste mal o solo eras tú, herida por la euforia, ten calma. Cada vez q aparece es tan cierta. La certeza apresura el sigiloso juego ciego rondando tu espalda, tu tacto vulnerable, tu poca cercania. La realidad tan voluble te acecha, te sonroja de estupidez exquisita. Autoflagela tus sentidos q como tales piden salir raudos de ti.
El sentido escapa a cordura y tu estomago vuelve a temblar. El equilibrio se va al carajo por momentos y tu mente explota triturando el pensamiento. Sin rumbo, sin sentido. Solo keda el akto. Y el desgaste de akella sonrisa, q con letal sensacion oculta un dolor infinito.
Tomo mis pastillas, inmaduraz, solo verde, q llenan el dolor.
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